Laboral & Personas

En primera persona: los cuestionamientos de siete sindicatos a la Ley de Protección de Empleo

Desde el mundo sindical se denuncia abandono. Acusan que en muchos casos la norma no se aplicó conforme a su contenido.

Por: Pamela Fierro | Publicado: Lunes 11 de mayo de 2020 a las 13:42 hrs.
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Abandonados. Así se sienten hoy los trabajadores cuyas empresas se acogieron a la Ley de Protección al Empleo. Lejos de terminar con la incertidumbre que abrió la pandemia, miran con inquietud su futuro y también el presente.

Algunos ni siquiera han recibido los pagos por la tardanza de sus firmas en enviar las nóminas a la Administradora de Fondos para la la Cesantía (AFC), o porque la misma entidad no ha dado abasto con la sobrecarga de información, detallan los dirigentes sindicales.

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Dirigentes sindicales de Paris, Claudio Donoso y Verónica Ibaceta.

Paris: Se acumulan las deudas

Tras el retracto de Cencosud, los trabajadores permanecen en ascuas. "Solo hay un comunicado oficial del cual fuimos informados una vez que apareció en los medios", señala el dirigente sindical de Paris, Claudio Donoso.

Mientras la Federación que los agrupa anuncia que seguirán las acciones legales que correspondan, Donoso y la dirigenta Verónica Ibaceta relatan lo que han vivido en este período, comenzando por el hecho que aún muchos no reciben sus pagos por enredos entre la empresa y la AFC. "Estamos desesperados, yo arriendo un departamento y he tenido que poner la cara, porque no hay plata para pagar, se están acumulando las cuentas", comenta Donoso.

"Esta situación es muy triste, nos quedamos en el absoluto desamparo, no hay ninguna seguridad de nada. Cuando la empresa se acogió a la LPE todos los beneficios logrados en el convenio colectivo vigente quedaron suspendidos, como el bono de escolaridad y no sabemos qué pasará después", agrega Ibaceta.

Ripley: sobreendeudamiento

En Ripley la empresa ofreció un préstamo proporcional a la jornada a los trabajadores que firmaran el pacto, con devolución a partir de enero.

Sin embargo, lo que parecía una solución, a juicio del dirigente sindical Leonel Sepúlveda, "no es una ayuda, sino que los están llevando al sobreendeudarse. La empresa va a comenzar con los procesos de automatización y los trabajadores van a quedar sin pega en diciembre-enero, y con deudas. Recién se están dando cuenta de esto", advierte.

A los trabajadores que no suscribieron el pacto, les retiraron el bono de locomoción y el de colación "y tampoco han hecho un promedio de comisiones", añade.

Hasta ahora, según Sepúlveda, la empresa no ha dado señales de querer abrir los locales, pero tienen puntos abiertos para recibir el pago de cuotas y entregar mercadería que han seguido vendiendo a través de internet.

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Sergio Maertens, dirigente de trabajadores de H&M. Andrés Giordano, dirigente sindical de Starbucks.

H&M: amedrentamientos

La semana pasada los trabajadores de H&M que suscribieron el pacto recibieron en sus correos ofertas de un préstamo equivalente a una semana de sueldo, relata el dirigente Sergio Maertens, quien lo ve como una señal de la empresa por mostrar preocupación. De los 1.800 trabajadores que la integran, 1.521 firmaron bajo "amedrentamiento" y con "carácter retroactivo", acusa.

"Se nos advirtió que no habría pago ni de seguro ni de remuneraciones, aunque la empresa suavizó su postura luego de las acciones de fiscalización, pero hasta la fecha se sigue insistiendo y ejerciendo presión sobre quienes no han firmado", agrega el abogado del sindicato de H&M, Cristián Díaz.

"Tenemos trabajadores que no firmaron. Y la empresa los adhirió de forma unilateral al seguro aun cuando sus centros de trabajo nunca estuvieron en cuarentena y tampoco sus domicilios. También tenemos trabajadores que no firmaron y la empresa no les pago nada de la remuneración correspondiente a abril", agrega Maertens.

Todos los antecedentes, comenta, fueron presentados a las autoridades. "Lo que más nos preocupa ahora es cuando los centros comerciales reabran sus puertas. La empresa ya nos indicó que está evaluando solicitar reducción de jornada y esperamos que esta vez se respete que sea de mutuo acuerdo", asevera.

UC-Christus: no hay salud

El 29 y 30 de abril, la empresa Red de Salud UC-Christus que pertenece a la Universidad Católica y Christus Health, inició la firma de los acuerdos. Un proceso que deja "un muy mal sabor" a los ocho sindicatos de la red, que cuestionan la necesidad de la empresa de acogerse a la LPE, y acusan que la firma rompió las conversaciones al difundir las medidas a implementar.

Los sindicatos detallan que la empresa ha buscado implementar los convenios de manera individual con los trabajadores, "utilizando amenazas y coacción". Detallan que, si se niegan a firmar, se despide al trabajador de manera verbal, sin indicarle causal, ni representando ninguna carta de aviso en ese momento.

Además, agregan, a varios trabajadores se les ha dicho que si no lo hacen se les desvinculará sin ninguna indemnización o que será una salida de común acuerdo.

Los casos más desconcertantes, precisan, se dan cuando un trabajador pide alguna asesoría y, al regresar a dar una respuesta positiva, le indican que ya está despedido por demorarse en responder.

Los sindicatos lamentan que las propuestas que hicieron y que, a su juicio, implicaban importantes ahorros, no hayan sido consideradas.

En suma, "haberles dado la posibilidad a grandes empresas de acogerse a esta Ley traiciona no sólo a los trabajadores afectados, sino también a sus familias y a la sociedad toda, que desde el estallido social ha buscado un nuevo trato, fundado en la igualdad, el respeto, y la justicia", aseveraron.

Starbucks: un café amargo

Para Andrés Giordano, dirigente sindical de Starbucks la LPE "es una mala ley y además la empresa la vulnera al arrogarse el derecho a suspender a 1.609 trabajadores de manera unilateral, sin ningún tipo de acuerdo, ni consenso y sin cumplir los requisitos".

Detalla que en este caso la empresa voluntariamente -no por acto de la autoridad-, decidió cerrar gran parte de sus locales y mantener una porción menor operando con formato para llevar y delivery. "Hay cerca de 60 tiendas que están operativas, pero no con los trabajadores que usualmente trabajan, sino que con gerentes de tiendas, los cargos con mayor remuneración. Se podría haber llegado algún tipo de acuerdo, pero la empresa se ha negado a abrir un espacio de conversación. Además, hemos detectado una veintena de trabajadoras con fuero maternal, embarazadas o madres con hijos de un año y 84 días que están suspendidas sin ningún tipo de consideración especial", señala.

El dirigente detalla que por esta materia presentaron un recurso de protección y están evaluando otras acciones legales para enfrentar estas medidas porque la mayoría de los trabajadores se está viendo afectado por la baja en las remuneraciones y porque los pagos han sido diferidos (7 mayo, 15 de mayo y 22 de mayo). "Hay gente que lleva un montón de tiempo sin sueldo y no tiene para pagar sus arriendos, las mensualidades escolares, es una situación crítica donde ya no solo está el temor, sino también el hambre derechamente", complementa.

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Claudia Bustamante, dirigenta del sindicato de Mc Donald. Kelly Cerda, dirigente de Burger King.

Mc Donald: puras dudas

Incertidumbre es la palabra que más repite Claudia Bustamante, dirigenta del sindicato de Mc Donald. No sabe cuándo les pagarán, porque la empresa cometió errores de tipo al ingresar las nóminas y la información fue devuelta por la AFC. Mientras la compañía culpa a la entidad por la burocracia.

"Llevamos más de un mes sin trabajar y más de un mes sin recibir dinero", comenta.

Advierte que nunca les dijeron cuál fue la normativa para aplicar la suspensión. "Muchas veces nos ha preguntado qué es lo que percibimos como precarización laboral y justamente esto es, que no se nos pague cuando se les paga a otros trabajadores, que no se busquen soluciones concretas, hay empresas que les han abonado el 10% del sueldo y a nosotros nos agradecen nuestra paciencia", afirma. Son 2.976 los trabajadores suspendidos.

Para el delivery solo han regresado los gerentes de tienda y ellos deciden "dedocráticamente" qué crew (equipo) regresa a trabajar.

"La incertidumbre lo único que genera es rabia, angustia, pena, sentimos que no somos importantes, no nos valoran. En Argentina y Uruguay las empresas negociaron con los sindicatos y les entregaron el 30% del sueldo. Los trabajadores de la comida rápida nos sentimos abandonados, somos los últimos en los que se piensa", sentencia.

Burger King: nadie les preguntó

El 25 de marzo los trabajadores de Burger King recibieron el llamado que nadie quería escuchar, les anunciaron que serían suspendidos. Como pasaron los días, olvidaron el tema hasta que el 3 de abril la medida se concretó, relata desde Valparaíso la dirigenta sindical, Kelly Cerda.

La suspensión, al igual que en Starbucks y Burguer King fue unilateral, dice, y también las firmas mantuvieron el servicio delivery, que según le han informado vende entre tres millones y ochos millones de pesos los fines de semana.

"La empresa por lo menos nos debió haber consultado, pero no hizo nada, hay muchos trabajadores que están ofendidos, porque nosotros somos los que hacemos funcionar los locales, vendemos 5.000 hamburguesas por minuto", agrega.

"Nos garantizaron que estaban haciendo un gran esfuerzo por pagarnos un 10% del sueldo base y el 70% la AFC, pero no a todos se les pagó, muchos quedaron fuera del beneficio y, por ahora, no tenemos respuesta de la empresa ante eso. Hay sensación de abandono, y muchos trabajadores tienen como su ingreso lo que ganan en Burger King", puntualiza.

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